miércoles, 20 de febrero de 2008

El amor por su trabajo, el entusiasmo, es lo que mejor define a Antonio Sacramento.

El amor por su profesión, fue otorrinolaringólogo, y se jubiló de la medicina a los 82 años. Y el entusiasmo por el arte, de lo que a sus 92 años todavía no se ha jubilado y sigue produciendo obras que poseen la frescura, modernidad y pasión de una persona joven.

Fernando Antonio Sacramento Antolí-Candela Piquer, que es su nombre completo, confiesa que a lo largo de su vida ha compaginado la faceta del médico con la del artista. Las ha compaginado pero al mismo tiempo, siempre ha querido mantenerlas separadas.

El artista reconoce que la medicina le ha quitado mucho tiempo para dedicarse a su vocación artística, sin embargo era muy complicado dejar su profesión a un lado ya que Sacramento proviene de una prestigiosa saga familiar de otorrinos. Esa fuerte influencia médica fue el freno a que Sacramento se dedicara totalmente a la escultura. El artista asegura que si me hubiese dedicado únicamente a crear, hubiese llegado más lejos en el arte, pues lo importante en este mundo es tener una personalidad y yo la tenía.

Pese a todo ello, -en ocasiones sus esculturas se inspiran en huesos o partes del cuerpo humano- Sacramento ha logrado brillar en su faceta artística y eso lo he logrado aprovechando el tiempo al máximo, porque yo he vivido siempre sin horarios, aunque si algo tengo claro es que siempre he sido perfeccionista en las dos facetas, tanto en la médica como en la artística, confiesa el escultor.

Sus esculturas más conocidas

Fernando Antonio Sacramento es más conocido por su trabajo como escultor, aunque su obra pictórica es si cabe más extensa e igual de interesante que la primera. En opinión del artista mi escultura es más valorada porque no se conoce suficientemente mi pintura.

La Cruz del Término de Valencia en la pista de Silla, es la obra más conocida de Sacramento. El artista confiesa que es su mejor escultura, debido a la sencillez evocadora de sus formas. En esta obra se insinúan las formas y gracias a ello se deja libertad imaginativa el espectador, no sabes exactamente si la cabeza del Cristo situado en la Cruz mira hacia arriba o abajo, indica Sacramento.

Otra de sus obras más importantes es la cabeza del Rey Don Jaime situada en la plaza de Zaragoza de Valencia. El Mazinger que es así como se le llama popularmente a la grandiosa escultura.

Aunque el autor destaca la escultura 9 segundos, 9 décimas que se encuentra en Madrid y representa a un corredor justo en el momento que inicia su esprintada. Con esta obra, Antonio Sacramento recibió una Medalla de Honor, en uno de los premios de escultura más importantes que se han concedido en España.

Influencias de anatomía

Hasta tal punto han sido importantes en la vida de Sacramento su profesión de médico y su pasión artística, que algunas de sus esculturas están claramente influenciadas por sus conocimientos de anatomía. En sus obras escultóricas se ha inspirado, en muchos casos en huesos, envolturas musculares o formas del cuerpo humano.

Muchos compañeros artistas se extrañaban porque se me ocurrían formas que ellos no conocían, pero para todo ello me sirvieron mis años de estudios de medicina, indica el autor.

Aunque a la hora de crear, -señala Sacramento- siempre he tenido gran variedad de influencias: la naturaleza, los bosques, ríos, nubes, las personas, etc... todo ello me ha servido para imaginar formas y volúmenes.

Su obra escultórica es generalmente abstracta, pero en todas ellas siempre se alude a algo existente en la naturaleza. La definición correcta sería escultura figurativa alusiva.

Además, siempre busco la penetración del aire dentro de las esculturas, afirma el artista la obra posee un envoltorio, el hierro, y un contenido, el aire.

Estas obras reciben otras influencias características, como por ejemplo la de la Cinta de Möbius, esta teoría siempre me ha servido de base para construir esculturas. En opinión de Sacramento, muchas personas no conocen detalles como la cinta de Möbius y por ello no saben valorar en su justa medida sus esculturas.

El artista confiesa que siempre ha sido autodidacta y ha tenido interés por experimentar. De hecho ha utilizado en sus esculturas materiales tan variados como la madera, el hierro o el mármol.

Fernando Antonio Sacramento confiesa que a lo largo de sus años de trabajo ha ido evolucionando y ampliando sus conocimientos artísticos. Sin embargo todos sus trabajos poseen un sello común, una personalidad muy definida. Y precisamente en el mundo del arte esa personalidad es lo más difícil de conseguir, asegura el artista.

Sacramento ha obtenido a lo largo de su vida numerosos premios como la Medalla de Oro de la II Bienal de Arte de Zaragoza, Medalla de Plata en el V Salón Internacional de Marzo de Valencia, 3ª Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid, Gran Targa d´Oro en la Exposición Internacional de Torino, Premio Ciudad de Cartagena, Medalla de Oro y Premio Nacional Julio Antonio, Primer Premio de Pintura en el Salón de Otoño de Valencia, Medalla de honor en la II bienal internacional del Deporte, Madrid, 3ª medalla de escultura de la 10ª Bienal del deporte en las Bellas Artes de Barcelona entre otros y más recientemente, en este mismo mes de diciembre, Premio Cánova 2006 (Italia).

Entrevista realizada por Carmen Simón Simón / Fotografias de Paco Carsí (3 de mayo de 2007)

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